miércoles, 28 de marzo de 2012

ENSAYO DE ÈTICA

ENSAYO DE ÈTICA

La ética, es una de las tantas ramas de la filosofía. Es aquella ciencia, ya que estudia las cosas por sus causas, de lo universal y necesario, que se dedica al estudio de los actos humanos. Pero aquellos que se realizan tanto por la voluntad y libertad absoluta, de la persona. Todo acto humano que no se realice por medio de la voluntad de la persona y que esté ausente de libertad, no ingresan en el estudio o campo de la ética.
Este es un punto relevante, ya que la ética, versa sobre el acto bien o mal realizado. Por lo mismo, si una persona actúa incorrectamente, pero lo hizo bajo presión o en ausencia de libertad, para escoger, no se puede hablar de un acto humano. Mejor dicho, de un acto humano incorrecto.
Pero para comprender un acto humano, primero hay que saber, que es el hombre. Y esta materia corresponde a la antropología. Otra rama de la filosofía. La cual estudia al hombre, como finalidad. De la cual se desprende, que el hombre es una unidad sustancial de cuerpo y alma. O sea, todo hombre posee un cuerpo y un alma. Por lo último, podemos señalar, que el ser humano es una fin en si mismo. Ya que el alma, lo provee de una dignidad intrínseca.
Tomando aquello y volviendo a la ética, el hombre está llamado a realizar actos buenos. Los cuales nos son guiados, por medio de la conciencia. La cual nos clarifica, que actos son correctos e incorrectos. Por lo mismo, es que debemos tender, a las virtudes. Las cuales son hábitos, que nos hacen más perfectos. Ya que toda rama de la filosofía, al igual que la ética, tienden a la perfección del hombre. A la finalidad de este, mirada desde una de estas ramas. Por qué las virtudes, ya que la ética señala, que la felicidad, es el fin último del ser humano. La cual se consigue, por medio de la perfección del actuar del hombre. Por lo mismo, la conciencia nos dicta, que el ser justo, es lo correcto. Ya que frente a una injusticia, todos no sentimos pasados a llevar. Por lo mismo, tenderemos a ser justos. Pero un solo actuar, como justo, no cambia nada. Por ello, si ese acto, lo repetimos varias veces, se nos convertirá en un hábito. El cual, nos perfeccionará y nos hará felices. Por lo mismo, la ética, aún cuando es una rama de la filosofía, punto de partida, que comprende el amor por la sabiduría, o conocer por conocer, la ética es una ciencia práctica. Ya que por medio de ella, podremos guiar nuestros actos, hacia aquellos que nos hagan más virtuosos y felices.
De todos los seres vivos que existen en la tierra, sólo el hombre es persona y posee libertad, o sea, poder elegir o no elegir. Al tener esta capacidad existe la inteligencia, y gracias a estas cualidades, el hombre entiende un tipo de realidad.
El ser libre se da para que el hombre cumpla sus exigencias éticas y logre desarrollar su inteligencia y su libertad.
Para algunos autores, el hombre no es realmente libre, ya que éste hace las cosas por necesidad, responsabilizándose de sus propias acciones, las cuales tienden al bien.
A esta libertad del hombre se le llama derechos humanos o derechos naturales. Algunos más importantes son el derecho a la vida, respeto a la persona, libertad de expresión, derecho a educación, etc., y están por encima de cualquier régimen político y sirven de criterio para juzgar la moralidad de las instituciones sociales, económicas y políticas.
Todo ser humano vive en una sociedad, es decir que no puede vivir sin los otros, ya que por naturaleza el hombre es social. Gracias a esta sociedad, se ha logrado transmitir a través de las generaciones anteriores, una cultura, como lo es la lengua, la vestimenta, los alimentos, las artes, etc.
Una sociedad está formada por personas, que se pueden definir como seres subsistentes espirituales que poseen una dignidad  y una dignidad ética.
La dignidad  se funda en el ser, siendo diferente por derecho propio. Esta se caracteriza por ser original, en el instante de la fecundación, ser gratuita, ser imperdible e incomunicable, ya que cada uno posee un valor infinito y absoluto.
La dignidad ética se deriva del comportamiento y la conducta de la persona; se funda en el hacer. La vida humana es un crecimiento con la intención de mantener su unidad e integridad. Sin éstas, la persona se pierde en medio del universo biológico, abdica de su independencia y se desintegra.
La dignidad ética se caracteriza por el dinamismo, a través de la actuación humana, el crecimiento o decrecimiento, a través del enriquecimiento personal, la posibilidad de perderla, a través de actos indignos.
El hombre digno se fundamenta en su origen, gracias a Dios en el cuerpo recién concebido. Su naturaleza, no sólo por su anatomía o fisiología, sino por ser expresión del alma que deriva dignidad del hombre. El actuar, su destino y la desgracia santificante o divinizada, adquiriendo categoría de hijo adoptivo de Dios.
El valor moral tiene una especial relación con el sujeto que actúa, en cuanto que lo hace con intencionalidad, con libertad y como consecuencia de un compromiso interno.
En el valor moral hay que distinguir un aspecto objetivo: la acción moral concreta, exteriorizada; y otro subjetivo: la buena o mala voluntad.

Por ser un valor eminentemente humano, condiciona a la persona en todas sus realizaciones. Se es hombre en la medida en que se cultivan los valores morales, que son la razón de ser del hombre. Son, por tanto, los valores más personalizas. Son constantes en la vida del hombre, no se acaban, no dependen de coyunturas, no se gastan. Realizan un ideal universalmente válido. Esto no significa que ese ideal no esté condicionado a la situación personal del sujeto. Así, por ejemplo, la monogamia es un valor moral de ley natural y, por tanto, universal, pero, sin embargo, en algunas épocas y lugares las costumbres polígamas han oscurecido este valor para los hombres de determinadas épocas y culturas.